Visita guiada al Museo de la inmigración, el punto de partida donde las diversas corrientes inmigratorias comenzaban una nueva vida.
Muestra permanente
Horarios de visitas: Martes a Domingos de 11:00 a 19:00 hs.
E-mail: muntrefcaceducacion@untref.edu.ar
Visitas guiadas para público general: Sábados y domingos, 14:00 y 16:00 hs.
Recorrido virtual:
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Creo que todos oímos hablar alguna vez del Hotel de Inmigrantes. Está emplazado en la dársena norte de costanera, muy cerca de retiro y su función fue estructural para los millones de inmigrantes que vinieron a nuestro país. Fue edificado por orden del Estado Argentino en 1911 ya que por aquél entonces el gobierno motivaba las migraciones mostrándose como una nación dispuesta a recibir a aquellos que vinieran a trabajar y poblar nuestro país.
Podemos establecer tres momentos distintos, tal como menciona la muestra de la UNTREF respecto de las corrientes migratorias: VIAJE - ARRIBO - INSERCIÓN y LEGADO
VIAJE
La Revolución Industrial provocó cambios que afectaron la vida de millones de personas y trajo aparejada la necesidad de los países europeos de expandirse fuera de sus fronteras en busca de fuentes de materias primas, mercados para sus productos industriales y nuevas tierras para una población que crecía como nunca antes. América requería mano de obra para el campo, los ferrocarriles, las nuevas fábricas y los servicios en los ámbitos urbanos.
Por otro lado la situación de pobreza hacía que aquellos que emigraban vean a la Argentina como una nación en formación y expansión donde la posibilidad de acceder a la tierra, mejorar el salario y ascender socialmente era posible. También las diversas guerras que se sucedieron en Europa en la primera mitad del siglo XX hicieron que millones de personas dejaran su tierra natal y encontraran en Argentina la posibilidad de vivir en libertad y en paz.
El viaje para muchos comenzaba desde la salida de sus hogares transitando en tren grandes distancias, parando en diferentes países hasta arribar a los grandes puertos de Europa donde embarcaban hacia Argentina. Pero el viaje no terminaba con su llegada al país, sino que luego de una pequeña estadía en el Hotel de Inmigrantes, eran asignados para trabajar en el interior del país y nuevamente deberían viajar hasta sus nuevos lugares. La estación de Retiro por su ubicación estratégica y cercanía al hotel, era la encargada de
trasladar a través de los ferrocarriles a los "nuevos trabajadores".
ARRIBO
¿Cómo se eligió viajar a la Argentina? ¿Cuáles fueron las razones del proyecto personal o familiar? ¿Cuáles, las urgencias que impusieron la salida?
Las razones que marcan la decisión de abandonar el sitio de origen son numerosas y están atravesadas por distintas dimensiones políticas, económicas, sociales, culturales y personales en cada momento histórico.
Muchos pasaron por el Hotel de Inmigrantes: permanecían hasta el momento en el que los parientes o amigos fueran a buscarlos o bien aprovechaban la estancia en el Hotel para conocer algo de lo que les esperaba afuera.
En el Hotel, además del alojamiento y la comida, se brindaba una asistencia integral al inmigrante, que incluía la atención a todo tipo de cuestiones sanitarias. Además, había oficinas en las que se los asesoraba en cuestiones vinculadas a documentación, derechos, deberes y obligaciones, se les enseñaban algunos rudimentos del idioma nacional y también algunos oficios.
INSERCION y LEGADO
Migrar activa numerosas cuestiones personales y colectivas. Entre otras, convierte a cada hombre o mujer en un “recién llegado”, en un “otro”, alguien diferente que ha de aprender, quizás, una nueva lengua, adaptarse a otras prácticas sociales y culturales, adquirir otro trabajo, otros hábitos, en el camino que lo llevará a integrarse en el lugar elegido. Este, a su vez, se verá modificado de algún modo también por el flujo de los grupos que, desde distintos orígenes, se van mezclando.
En este sentido, las distintas corrientes inmigratorias modelan notablemente la conformación de la población y la cultura de nuestro país. Buenos Aires se erige en centro receptor y desde aquí muchos van al interior en busca de posibilidades de trabajo y progreso. La inserción, sin embargo, no está exenta de tensiones.
Por ejemplo, en el caso de la inmigración histórica, el origen europeo no los eximió de calificaciones despectivas; “gallegos” y “tanos” como, por otra parte, “turcos” (como aglutinante de poblaciones árabes) y “rusos” (eufemismo para la población judía) son descriptos genéricamente como ignorantes e incultos, entre otros adjetivos. Si bien para los sectores dirigentes la inmigración europea iba a mejorar al país con su trabajo y su cultura, la introducción de ideologías anarquistas y socialistas y las prácticas de lucha sindical hicieron emerger actitudes xenofóbicas creando la figura del “mal” y el “buen” inmigrante de acuerdo con los términos que utilizaban los sectores reaccionarios y anti populares en nuestro país.
Entre tanto, los inmigrantes construyeron redes de solidaridad por colectividades: crearon instituciones de ayuda mutua, centros culturales, asociaciones, clubes, escuelas, hospitales, etcétera, en busca de preservar su identidad de origen y sus tradiciones.